Buena la rata
¡Buena la rata! — decía fatigado — con sus lentes grandes y empañados, llegando de la aglomerada estación donde el carríto de siempre, descendía y ascendía con rapidez entre las lomas tupidas de casitas llenas de colores vibrantes — Próxima parada — Av. 39 ¡a correr se dijo!
Linda M.
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